Aurora- por Sima Shine
Como parte de la “división del trabajo” en el Frente de Resistencia, Irán está liderando, desde el primer día de la guerra, una campaña diplomática para salvar a Hamás, fundamentalmente intentando imponer un alto el fuego.
En el marco de la campaña, Irán aplica presión diplomática sobre países de todo el mundo, encabezados por las naciones islámicas, para que tomen parte en la actividad general de sus apoderados [proxies] en la región.
A medida que pasa el tiempo y continúan los combates, aumenta la frustración en Teherán y también la presión que ejerce sobre los países de la región para que actúen contra Israel.
Después de que los iraníes no lograran en la reunión de la Organización de la Conferencia Islámica en Riad alcanzar una decisión que satisfaciera sus demandas, el Líder Supremo [Ali] Khamenei hizo un llamamiento a los países musulmanes exigiéndoles romper las relaciones políticas con el «régimen sionista», al menos por un período limitado – una declaración dirigida principalmente a los países que han normalizado sus relaciones con Israel, y especialmente a los Estados del Golfo cuyas relaciones con Israel despiertan enorme ira en Teherán-.
Irán utiliza la guerra con Hamás para reiterar que las relaciones con Israel no son un activo de seguridad.
Esta es una clara insinuación para los sauditas, a quienes Irán busca advertir contra la normalización con Israel.
Además, los últimos días han aumentado las amenazas directas de una de las milicias iraquíes hacia Bahréin.
La milicia publicó una foto de un avión de carga estadounidense en Bahréin que, según afirma, está entregando ayuda a Israel y advirtió que «cortará las manos» a quienes asistan a Estados Unidos e Israel.
Aunque los iraníes repiten e insisten en que las distintas milicias -Hezbollah, las milicias iraquíes y los hutíes- actúan por su propia voluntad y sin dirección iraní, la reciente declaración del Líder Supremo se escuchó como una directiva clara cuando subrayó que el principal tarea de los países musulmanes es cortar la arteria vital de Israel e impedir los envíos de bienes y energía.
Estas palabras se vinculan con la declaración del comandante de la Guardia Revolucionaria hace aproximadamente una semana, según la cual Irán controla dos puntos de estrangulamiento marítimos y puede demostrar allí poder y fortaleza.
Como resultado, los hutíes declararon su intención de atacar buques israelíes y secuestraron un barco que es parcialmente propiedad de un israelí.
Irán aplica también la misma política frente a Estados Unidos, al que identifica como un elemento clave que ayuda a Israel para seguir combatiendo.
Aunque sigue negando su implicación, alienta a las milicias iraquíes a actuar contra la presencia estadounidense en Siria e Irak.
Hasta el momento se han perpetrado cerca de 60 ataques, sin víctimas del lado estadounidense.
También en el ámbito internacional hay pruebas de la participación de la Guardia Revolucionaria en manifestaciones a favor de Hamás, especialmente en las capitales europeas.
